Cuando todo se parece: el borrado de identidad en la moda globalizada.
Por qué resulta cada vez más difícil construir un estilo propio en un océano de clones y microtendencias virales. Un ensayo sobre algoritmo, industria y autoconocimiento.
Deslizamos el dedo y se repite la escena: pantalón cargo low-rise, remera “baby tee”, zapatillas New Balance 530. Compartimos los mismos ítems con usuarias de Madrid, Lima, Seúl o Buenos Aires, aún cuando nunca cruzamos palabra. La sensación es de déjà vu perpetuo. ¿Estamos mirando diez versiones distintas de la misma persona o un solo outfit reproducido mil veces?
El dilema central
La moda globalizada promete acceso ilimitado, pero termina homogeneizando. Esa fricción —entre abundancia y monotonía— configura lo que Simmel llamaba «el doble impulso de distinción e imitación» (1904): queremos pertenecer y, a la vez, destacar. Hoy la balanza se inclina hacia la imitación masiva.
“La pluralidad de lo igual se disfraza de diversidad.” (Han, 2016)
Breve genealogía del clon
La uniformidad no empezó con TikTok. A finales del siglo XIX la confección en serie extendió el mismo traje burgués por Occidente. En los 1950, el prêt-à-porter popularizó siluetas idénticas. Lo nuevo es la velocidad con que lo idéntico se propaga:
1950-1970:
Catalizador: revistas impresas
Tiempo de difusión: entre 1 y 2 años
1990-2005:
Catalizador: televisión + fast fashion
Tiempo de difusión: entre 6 y 12 meses
2020-2025:
Catalizador: algoritmos sociales (TikTok, Pinterest, Instagram)
Tiempo de difusión: semanas o incluso días
Fuente: adaptación propia a partir de Lipovetsky (1987) y Statista (2024).
El algoritmo como sastre invisible
Plataformas como TikTok o Pinterest afinan la curaduría hasta devolvernos solo aquello que retenemos más de dos segundos. La ecuación es simple:
Atención = Repetición → Homogeneización
En psicología cognitiva esto se denomina bias de disponibilidad: creemos que lo que vemos con mayor frecuencia es lo “normal” (Tversky & Kahneman, 1973). Así, el algoritmo reemplaza la calle como termómetro estético y estrecha nuestro rango de elección.
La microtendencia: ¿nueva forma de fast fashion?
Bourdieu definía el gusto como “sistema de distinciones” (1984). Sin embargo, la lógica de las microtrends (balletcore, mob-wife, tomato-girl) coloniza ese sistema antes de que podamos integrarlo a la vida cotidiana. Resultado: acumulamos prendas que dejan de “ser” en menos de un mes —un fast fashion de la identidad— y reforzamos la ansiedad por la novedad (González & Bovone, 2022).
Consecuencias identitarias
Erosión del yo narrativo
Giddens (1991) vincula la construcción de identidad con la continuidad biográfica. Cambios estéticos vertiginosos fragmentan ese relato.
Pérdida del error creativo
La repetición inhibe la fase de prueba-y-error donde suele emerger la autenticidad (Wilson, 2003).
Uniformidad afectiva
Bordo (1993) alerta sobre la estandarización del cuerpo; hoy sumamos la estandarización de la emoción, donde vestir “lo que está de moda” funciona como anestesia social.
¿Cómo recuperar la voz propia?
Ralentizar la entrada de estímulos: limitar scroll o seguir cuentas disonantes para reintroducir diversidad perceptiva.
Arqueología del placard: rescatar prendas previas a la microtendencia; allí suele habitar tu hilo conductor.
Moodboard offline: revistas físicas, cine, arte local. Privilegiar fuentes que el algoritmo no pueda indexar.
Ensayo consciente: permitir la etapa “extraña” donde algo no encaja de inmediato. Davis lo llama “gesto de distorsión creativa” (1992).
Comprar a ritmo vital: vincular cada adquisición a un momento biográfico relevante, no a una tendencia fugaz.
Vestirse como acto de resistencia lenta
Vestirnos debería ser, ante todo, un diálogo con la identidad en proceso. Si el algoritmo acorta ese diálogo a un puñado de imágenes repetidas, el desafío es restaurar la pausa: elegir menos, elegir mejor, elegir desde dentro. Porque, como recuerda Barthes (1967), “el cuerpo vestido es un texto que se escribe a sí mismo”. Y cada texto auténtico necesita margen, borrador y reescritura.
Bibliografía / Fuentes citadas:
Barthes, R. (1967). El sistema de la moda.
Bordo, S. (1993). Unbearable Weight: Feminism, Western Culture, and the Body.
Bourdieu, P. (1984). La distinción.
Davis, F. (1992). Fashion, Culture and Identity.
Giddens, A. (1991). Modernity and Self-Identity.
González, C. & Bovone, L. (2022). Fast Trends, Fast Identities. Journal of Fashion Studies.
Han, B.-C. (2016). La expulsión de lo distinto.
Lipovetsky, G. (1987). El imperio de lo efímero.
Simmel, G. (1904). Fashion. International Quarterly, 10, 130-155.
Statista (2024). Global fashion trend lifecycle statistics.
Tversky, A. & Kahneman, D. (1973). Availability: A heuristic for judging frequency and probability. Cognitive Psychology, 5, 207-232.
Wilson, E. (2003). Adorned in Dreams: Fashion and Modernity.
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